Danzas del mundo

El Miyako Odori, o “danza de la ciudad”, es el festival de baile de geishas más importante de Japón. Se organizó por primera vez en la “ochaya” Matsunoya, una de las casas de té más importantes de Gion, y de ahí pasó al teatro de este distrito de Kioto, donde se celebra desde entonces cada primavera. Es una oportunidad única para contemplar a las maikos y geikos más importantes de la ciudad. Las que tienen más experiencia tocan el shamisen –un instrumento musical tradicional japonés–, mientras que las más jóvenes bailan al son de una delicada música.

La danza de los derviches tiene un significado espiritual. Busca la unión del ser humano con Dios y por eso se baila con la palma de la mano derecha hacia arriba, apuntando al infinito, y la palma de la mano izquierda hacia abajo, en conexión con la tierra. El bailarín, por tanto, se convierte en un mediador entre el cielo y la tierra, alcanzando una concentración casi mística. La danza giratoria se llama Sema y puede durar varias horas. Los derviches se mueven en círculos al ritmo de la música, que poco va aumentando su velocidad.

La haka es propia de la cultura maorí. Interpretada tanto por hombres como por mujeres, esta danza es un ritual que representa el orgullo, la fuerza y la unidad de la tribu. Originariamente eran los guerreros maoríes los que, con este baile, intentaban intimidar al contrario a través de gestos de advertencia y movimientos bruscos, buscando respeto. Hoy en día la haka se baila para dar la bienvenida a una persona, en bodas, actos colegiales, eventos deportivos y funerales, aunque se ha hecho mundialmente famosa al ser interpretada por los All Blacks antes de cada partido de rugby.

La danza del vientre, también conocida como danza egipcia o danza oriental, tiene su origen en Oriente Próximo, norte de África y Grecia. Interpretada por una sola bailarina, se realiza con golpes de pelvis y sin apenas desplazamientos, ya que antiguamente era una celebración de la fertilidad. Los movimientos son suaves, fluidos, ondulatorios y serpenteantes, aunque pueden entremezclarse con otros más rápidos, a la vez que se coordinan y disocian diferentes partes del cuerpo, por lo que los brazos y las caderas, por ejemplo, pueden ir a un ritmo diferente.

El “line dance”, también conocido como country, es un baile típicamente norteamericano que se baila en varias hileras. Cada persona hace una serie de movimientos repetitivos de manera individual y habitualmente no existe interacción con otras personas pero, vista en conjunto, la danza transmite una idea de unidad. Cada baile tiene una secuencia diferente de movimientos que aprender, aunque se admiten ligeras variaciones si no afectan a los tiempos.
Si las personas situadas en fila se están mirado frente a frente, las hileras pueden entrecruzarse, lo que se conoce como contra-danza.

El origen de la danza paraguaya es la mezcla entre la cultura europea y la autóctona o guaraní. Existen diferentes variedades. La danza de las galoperas es improvisada y no tiene coreografía fija, mientras que la de las botellas requiere de gran equilibrio, ya que la bailarina realiza los pasos básicos con hasta diez botellas superpuestas en su cabeza. Por su parte, las danzas en parejas presentan música y coreografía fija. La danza paraguaya se caracteriza por la vistosidad de los
trajes, tanto masculinos como femeninos, que se complementan en ocasiones con preciosas joyas y accesorios.